Portafolio de investigación

En este espacio pretendo reunir todas las evidencias que me permitan sustentar el desarrollo de los módulos de la maestría en valores para la acción educativa que curso en el CECTE del ILCE. " El campo que se tiene en educación es inmenso para sumergirse y encontrar cosas tan maravillosas como las que podemos apreciar en la fotografía.

viernes, 2 de mayo de 2008

Ensayo parcial Sesión 3

Nombre: Floriana Alejandra Arizmendi Orozco.

Tutora: Maestra.Maria de los Ángeles Gómez Gallegos

Sesión 3: Elaborar un ensayo

Tema: ¿Dónde queda la comprensión, entre los seres humanos?

En pleno siglo XXI donde los avances tecnológicos han entrado a todos los ámbitos desde el familiar, social, cultural, profesional hasta el educativo es necesario valorar su utilidad y cómo las personas los introducen en sus vidas.

Mencionare la revisión hecha por Romel, Edwin acerca de la tipología de las sociedades de los criterios externos los estudios realizados por Auguste Comte, quien se basó en el estado de los conocimientos para establecer evolutivamente una sociedad teológica de estructura militar, fundamentada en la propiedad y en la explotación del suelo; una sociedad de legistas caracterizada por la neta distinción entre el poder temporal y el poder espiritual; y una sociedad industrial o positivista, en las que las ciencias positivas se aplican al orden natural para transformar las condiciones materiales, con la aparición de la industria. Los alemanes Karl Marx y Friedrich Engels que fundamentaron la estructura de la sociedad en las relaciones de producción y su evolución en la lucha de clases , dividieron las sociedades en seis grupos: La comunidad trival, agrupación primita de familias ,La sociedad asiática, caracterizada por el despotismo; La sociedad antigua en la que las relaciones de clase se establecían entre ciudadanos y esclavos; la sociedad germánica, rural y muy individualista; la sociedad feudal muy jerarquizado; La sociedad capitalista, marcada por el dominio de la clase burguesa y con relaciones de clase netamente afirmadas. Una séptima sociedad sería el comunismo, en la que desaparecerían las clases sociales.

Los autores que clasifican las sociedades a partir de criterios internos destacan los Anglosajones Herbert Spencer y Talcott Parsons y el francés Emile Durkheim. Spencer basó en la “ley general de la evolución” la creciente complejidad de la sociedad, y a este efecto distinguió entre sociedades simples (grupos nómadas carentes de organización política y con escasa división del trabajo) y sociedades complejas en las que las funciones sociales y económicas se multiplican) Durkheim estableció la división entre sociedad primitiva caracterizada por la solidaridad mecánica de fuerte conciencia colectiva; y la sociedad compleja dominada por solidaridad orgánica de fuerte diferenciación social.

Parsons buscó la diferenciación de las sociedades en la capacidad de adaptación de su organización social, de tal modo que a mayor capacidad de adaptación generalizada le corresponde una complejidad creciente. Clasifico las sociedades entres tipos fundamentales las sociedades primitivas con escaso grado de diferenciación y un fuerte componente religioso; las sociedades intermedias identificadas por el empleo de la escritura y por su estructura clasista; y las sociedades modernas que se distinguen por la preponderancia del derecho, inspirado por lo que el alemán Max Weber denomino “Racionalidad formal”

El fin por si mismo en todos estos planteamientos ha sido pugnar por una convivencia que promueva principios y valores, la comunicación es uno de los elementos básicos en todos los procesos encaminados a la socialización. En la revista mexicana de sociología editada por la UNAM en la página 1303 nos presenta Jean Marie Cotteret que la comunicación es política en función de las consecuencias directas o indirectas, mediatas e inmediatas que puede tener para el sistema político, en tanto que este debe asegurar el mantenimiento o la transformación de la sociedad política; finalidad que implica ciertas exigencias, como son: la aceptación de la adhesión a sus valores, o la legitimidad de quienes gobiernan, a su vez de quienes detentan hacen aceptar sus decisiones más o menos arbitrarias lo que lleva a que todo gobernante busque la aceptación de sus decisiones y cada gobernante trate de formular y hacer admitir sus necesidades.

En los primeros grupos humanos se inventaron diversas formas de comunicarse surgieron: las señales de humo, la pintura rupestre, los rituales, pasaron de la vida nómada a la sedentaria y surgió la necesidad de organizarse formando clanes, era imprescindible dividir el trabajo y decidieron que los hombres cazaran y las mujeres se quedarán en las cuevas, recolectaban frutos y cuidaban de los niños y ancianos, la mujer adquiere el papel de educar, el hombre se convierte en el proveedor; la definición de roles propició nuevas formas de comunicación y una organización primitiva.

Los seres humanos gozamos de la capacidad de pensar, curiosear, inventar, lo que ha permitido que descubra, invente, renueve, todo con el deseo de vivir mejor, esto nos ha llevado a la edad de los metales, a la edad industrial, donde a través de los vestigios que los antropólogos han descubierto se ha intentado deducir como pudo ser la organización socio-cultural-religiosa en la antigüedad.

Los grandes descubrimientos como el fuego y los metales modificaron la vida de las tribus había un código no escrito de poder que propiciaba la lucha entre ellas para poseer su territorio, sus soldados y sus mujeres así las tribus se convierten en pueblos y continúa ésta gran transformación crecen los grupos

Surgen las clases sociales; comienzan a existir los esclavos(los más pobres), el pueblo (agricultores, artesanos y soldados) y los reyes (la nobleza) con una organización que da paso al surgimiento de las sociedades que ha sido el objeto de estudio de sociólogos, psicólogos, antropólogos, etnólogos, políticos, etc. Como ahora comienzan a gozar de tiempo libre dedicado en muchas ocasiones al ocio privilegio de la clase de mando buscan explicar todos los fenómenos que ocurrían surgen los filósofos, los intelectuales, los alquimistas, donde el maestro conversa con sus discípulos como los platonistas, los aristotélicos, etc.

Las diferencias ideológicas continúan provocando conflictos estos los resuelven midiendo sus fuerzas se viven las grandes batallas, quien no recuerda el nombre de los vikingos, los espartanos, los troyanos, los persas, los atenienses, los griegos, los romanos, los hirios, los tracios.

En muchas culturas convenían los lazos matrimoniales desde la conservación de sus territorios, sin tomar en cuenta la opinión de los contrayentes, en las antiguas civilizaciones se permitía la poligamia (un tipo de relación amorosa y sexual entre más de dos personas, por un período significativo de tiempo, o por toda la vida. http://es.wikipedia.org/wiki/Poligamia con todo lo expuesto me es difícil concebir o simplemente imaginar los vínculos familiares que existían, si Caín mató a Abel, los hermanos de José lo vendieron como esclavo, los huicholes, cora, mormones, judíos, el hinduismo, el islam aceptan la poligamia. Estas diferentes ideologías han dado pauta a las conductas humanas donde se polarizan entre los conservadores y los liberales, las continúas conquistas dieron paso a la culturización surgiendo los mestizajes con ello el intercambio cultural, político, religioso y la expansión en Europa con los romanos, en América con los aztecas, en Sudamérica con los incas, en Asia con los chinos y polinesios.

Anthony Giddens (1999) en su ensayo “Un mundo desbocado los efectos de la globalización en nuestras vidas” Muestra la globalización, ante todo, como efecto de una revolución en las telecomunicaciones que ha creado una audiencia global e innumerables redes de intercomunicación especializadas; comparto con este autor su planteamiento sobre la globalización y la democracia (Europa), el riesgo (Asia Oriental), la tradición (India) y la familia (E.E.U.U.). Es también ejemplar por exhibir la dificultad de transmitir contenidos especializados o análisis refinados en un marco mediático donde el emisor y los oyentes comparten la misma información anecdótica —lo que favorece un espacio de inteligibilidad recíproca— pero adolecen de tiempo y recursos cognitivos afines para profundizar en una comprensión más compleja y sistemática del fenómeno. En la más pura tradición sociológica que inicia Comte, Giddens anuncia el advenimiento de una nueva era por efecto del proceso de globalización. Éste consiste, someramente, en la mejora y generalización del uso administrativo, mercantil y particular de sistemas de codificación y transmisión binaria de información (códigos de barras, soportes magnéticos, dinero de plástico, satélites de comunicaciones, microprocesadores, cables ópticos, teléfonos y ordenadores portátiles, etc.) que no sólo ha acelerado la transmisión de información científica, cultural, estadística y, sobre todo, económica, sino que ha hecho virtualmente imposible plantear cualquier traba a los mercados que operan con intangibles, especialmente los financieros y tecnológicos. No cabe duda de que los Estados y las grandes compañías transnacionales son los principales usuarios y beneficiarios de este cambio técnico, al margen de que el proceso tenga una vertiente popular en la difusión masiva del uso de Internet. Sin embargo, por fascinante que resulte el cambio técnico, lo que lo hace objeto de interés sociológico es que, junto a su capacidad para recuperar y acelerar el ciclo de acumulación económica, proporciona los medios para una generalizada e intensa innovación cultural que, a menudo, se percibe como fuente de desorganización y crisis sociales. El surgimiento incipiente de lo que Giddens denomina la sociedad cosmopolita mundial abre una vertiente hacia una mayor cooperación y solidaridad globales, pero también supone una exigencia de readaptación para muchas instituciones hoy fundamentales, como la nación, la familia, el trabajo, la naturaleza, la tradición, etc.

La reflexión sobre la globalización ha suscitado una conciencia nueva acerca de los riesgos derivados de la mayor complejidad de los entramados institucionales en los que proliferan cada día más las consecuencias inesperadas e indeseadas de la acción.

Ejemplos paradigmáticos de riesgo global son hoy la desestabilización del clima de origen antropogénico, la desestabilización especulativa de los mercados financieros, los daños potenciales a la salud pública originados en procesos agroalimentarios industriales insuficientemente garantizados —adulteraciones, fallos técnicos, modificaciones genéticas, fenómenos del todo inesperados como «las vacas locas», etc.—. Hay otros riesgos globales igualmente relevantes, como la desaparición de las culturas indígenas, el incremento de la desigualdad social y económica a escala planetaria o la desestructuración de las economías de los países más pobres, pero sólo esta última puede compararse en popularidad mediática con las del párrafo anterior, y la razón de ello devela el sombrío corazón de la globalización: tanto la renegociación de la deuda externa de los países más débiles como los procesos citados más arriba pueden afectar de manera súbita y catastrófica a los mercados globales de seguros así como a los de valores.

Si Karl Polanyi mostró en La gran transformación que el patrón oro era

el núcleo de la economía y la sociedad de mercado libre en el siglo XIX, estos ejemplos muestran que la volatilidad de los mercados de capital es el giroscopio de la nuestra. De otro lado, ese inmenso sistema público de seguros para los riesgos del mercado de fuerza de trabajo que es el Estado del Bienestar es otro de los campos globales de batalla, pues compite por recursos financieros escasos con los mercados; de ahí el constante acoso a su supervivencia. Lo que Giddens llama «riesgo manufacturado» no es un problema técnico que pueda ser resuelto en nuevas instituciones donde se discutan públicamente las incertidumbres del conocimiento tecnocientífico y se frene precautoriamente el cambio tecnológico, sino un problema político que entraña la decisión de arriesgarse a sufrir consecuencias imprevisibles a cambio del logro inmediato de ventajas económicas —como en el caso de los alimentos transgénicos—. La globalización y el riesgo «manufacturado» son rasgos presentes de la sociedad futura; por contra, la tradición y la familia serían rasgos periclitados. Esto no significa que vayan a desaparecer, pero sí que van a ser desmitificadas y que muchos depositarios de autoridad ligados a ellas verán dolorosamente cómo su influencia se reduce; y se resistirán a ello. Hoy sabemos que las tradiciones se inventan, se adaptan; que su esencia no es la duración sino una repetición ritual que confiere sentido a la práctica. Sobre la base de su reiteración, Giddens compara la tradición «tradicional» y el fenómeno creciente de la adicción moderna (a sustancias que crean dependencia, pero también al juego, el trabajo, el sexo, a la televisión, los videojuegos o Internet); la tradición gobierna el presente desde el pasado mediante creencias y sentimientos colectivos compartidos, mientras que el hábito compulsivo del adicto rige su presente como el único medio de vencer su ansiedad ante el futuro.

Si la búsqueda del hombre ha sido reunirse para el mejoramiento de su ser como persona según Platón, Aristóteles con él toda la escuela escolástica apoyan la teoría del hilemorfismo (la esencia del hombre consta de materia y de forma, que son el cuerpo y el alma. El hombre no es solo espíritu sino la sustancia compuesta por el cuerpo que es la materia y el alma que es la forma, también se refiere a las virtudes y las considera como el perfeccionamiento de una facultad humana y las define como un hábito bueno, es decir una disposición estable y adquirida que facilita actuar bien. Heráclito dice que el hombre es bueno por naturaleza y la sociedad lo corrompe.

El hombre es una síntesis del universo en la que se reúnen y concentran los valores de la creación, los griegos y los padres de la iglesia lo llaman “el microcosmos”. Estructuralmente el hombre es una maravilla, así lo reconocen los biólogos libres de prejuicios. Si la vida es un misterio y un portento , la vida humana llega al punto más alto de la complejidad. Con solo pensar en la estructura y funcionamiento del cerebro. La grandeza del hombre supera todo lo que podemos concebir.

Toda la cultura actual es una expresión y un grito de alabanza al genio del hombre, que ha logrado arrancar varios de los secretos que oculta la naturaleza, que ha hecho un mundo más cómodo y más bello que se ha expresado artísticamente en la pintura, en la música, en la arquitectura, en la literatura, en el cine… Lo que dios creo, el hombre lo recrea, lo desarrolla con su ingenio y su trabajo. La verdadera dimensión del hombre está más allá del tiempo y del espacio, más alla de la materia. Y por más que a veces profane su grandeza o simplemente la olvide, no por eso la pierde, un diamante en el fango no deja de ser diamante. El hombre es un ente grandioso y único, es espíritu encarnado y ha de trabajar con todas sus fuerzas para superar su miseria y conquistar su grandeza. Está debe ser su tarea cotidiana. Pero en sí ¿que es el hombre? Es un enigma, una amalgama de luz y tinieblas, de finito e infinito, de espíritu y de bestia el hombre expresa vivencialmente en su vida cotidiana su misteriosa unión de miseria y grandeza.

El hombre no es un ser aislado sino un ser gregario tiene la necesidad de trascender, por ser un ser encarnado, necesita de las cosas. Su relación con ellas tiene su origen en la posesión de su propio cuerpo. Por eso el ser del hombre no puede ignorar el tener riquezas, placeres, honores pero su espíritu aspira hacia el infinito y eterno como dice San Agustín “Mi corazón estará inquieto hasta que no repose en ti, Señor”. En el hombre existe una tendencia a perder su ser en el tener, a desintegrar el yo en lo mío porque hay quienes deslumbrados `por las riquezas y los placeres, pretenden con ello satisfacer sus tendencias humanas. Ebrios de poder y avaros de bienestar distraen su vida del horizonte infinito del ser para enraizarse en el tener creen que lo infrahumano les dará la plenitud.

La institución social más antigua y el fundamento de la sociedad es la familia “ El creador del mundo estableció la sociedad conyugal como origen y fundamento de la sociedad humana (Vaticano II) a través del vínculo matrimonial que refiere a la monogamia (Unión de un hombre con una mujer) normalmente una persona al identificarse proporciona su nombre y apellidos que le dan una identidad social, de pertenencia a una institución viva y universal, fundamento de toda cultura por la influencia que ejerce en la persona y su trascendencia sobre el ambiente. Es el primer lugar donde el ser humano percibe a los demás y se integra a la comunidad. Ahí se forman los ciudadanos, para la construcción del mundo alimentando principios, valores y virtudes.

El peligro que corre la familia es la amenaza de destrucción por diversos factores: La desinformación de los medios de comunicación basada en un falso concepto de libertad como autoafirmación egoísta, la influencia socioeconómica, política que penetra en los hogares e intenta neutralizar la educación allí recibida, se socavan los cimientos de la familia por el hedonismo, el relativismo moral, la infidelidad y el divorcio que son virus exterminadores de la unión y la armonía familiar.

Al fundarse una familia se convierte en la primera y principal educadora de los hijos donde adquiere el derecho y el deber de educarlos. Les trasmiten los logros del pasado y desarrollan en ellos nuevos valores morales y culturales. Hay que evitar dos extremos dañinos el girar en torno al propio beneficio o el descuidarlo.

La ausencia como la presencia autoritaria son perjudiciales para el desarrollo de los hijos hay que protegerlos contra los peligros físicos y morales, procurarles cuidados, alimento vestido y educación hasta que hayan crecido, dejándoles poco a poco mayor libertad y autonomía.

La meta de la educación es la libertad auténtica, se educa para que el niño llegue a ser un adulto maduro capaz de percibir, juzgar, decidir y actuar adecuadamente.

Está sería la descripción de las familias ideales para una sociedad ideal sin embargo la realidad que hoy se vive en el mundo entero es el egocentrismo que manifiesta el desamor y la incomprensión, la falta de compromiso en las relaciones interpersonales han propiciado desenraizamiento, a pesar de que se han inventado las telecomunicaciones, el avasallador mundo materialista ha atrapado al hombre en el tener y su ser experimenta una gran vaciedad que intenta llenar con todo lo que puede: alcohol, droga, sexo, posesiones y cada vez más crece ese vacío interior porque no percibe una verdadera identidad con su existencia esto los ha llevado a renunciar a la vida y provocarse el suicidio.

Edgar Morin (1999) en su texto “Los 7 saberes necesarios para la educación del futuro menciona que la condición humana destapa profundos misterios concernientes al universo, la vida, el nacimiento del ser humano donde intervienen las opciones filosóficas las creencias religiosas a través de las culturas y sus civilizaciones.

Por lo tanto el hombre es el resultado de la interacción de todos los elementos internos y externos pues la evolución del hombre es permanente como lo he presentado en los párrafos anteriores a través de las aportaciones de diversos autores, nada es estático todo en el universo cambia en este continuo cambio se viven conflictos, que se experimentan por los grandes desequilibrios tanto familiares intelectuales, sociales, políticos, religiosos, psicológicos como educativos la sociedad está ávida de empatía para interactuar un ser humano con otro la diversidad de intereses ha provocado que el hombre destruya al hombre mismo los medios de comunicación han permitido que en cuestión de segundos la información se mueva alrededor de todo el planeta, pero a quienes cohabitan bajo el mismo techo no cruzan palabra por horas, días o más las relaciones interpersonales están muy distantes hay quienes dan mayor importancia a un mensaje enviado por celular o una llamada que a quien tienen frente a ellos por eso crece continuamente la indiferencia ante las necesidades de los otros dónde queda la comprensión, donde la voluntad, donde el amor donde la lucha compartida y la gran pregunta que me hago es quien tiene la verdad, y como todos hablan de la verdad, todos asumen tenerla sin embargo hay que tomar decisiones en base a lo que cada ser humano concibe y percibe

Es necesario hacer un alto en el camino e identificar donde nos encontramos si somos padres o educadores para advertir la responsabilidad y el compromiso que nos compete puesto que los niños y jóvenes carecen de un sentido real de vida, que sus raíces son débiles se están diluyendo debido a que vienen de familias fracturadas con una inestabilidad del hogar que los orilla a buscar identidades falsas como los hemos, los darquetos, los punks, etc., creando falsas expectativas.

El ser humano por naturaleza es gregario, busca lo que le brinda seguridad y

los jóvenes están pagando un precio muy alto por conseguirlo puesto que en su ser interior solo encuentran vacío, reniegan de haber nacido quizá porque nunca fueron deseados y mucho menos amados, por eso agraden lo que pueden; la violencia está en todos lados alimentando más y más a las nuevas generaciones a lograr la supervivencia por los instintos es así que con facilidad se deshacen de lo que se opone a lo que quieren (Egocentrismo), convierten a todo en la cultura de lo desechable hasta el mismo hombre, en sus nuevos grupos creen que comparten sus mismos intereses siendo esto una falacia sin embargo ellos mismos experimentan la incomprensión que Morín nos explaya en su texto sobre la bipolaridad de las relaciones familiares en los dos axiomas que presento en una sola frase ambivalente “entre más allegados mayor o menor comprensión”, la ambivalencia tenderá hacia una dirección en la medida en que aprendamos a convivir aceptándonos tal como somos,

Si comprender es aprehender en conjunto tomando en cuenta el texto y el contexto, las partes y el todo, lo múltiple y lo individual entonces podemos decir que para cambiar a la sociedad no debemos olvidarnos de la siguiente frase “Es el hombre y sus circunstancias” con ello quiero dejar bien claro que no somos seres aislados, todo lo que nos rodea nos influirá.

Concluyo diciendo que no existen las casualidades son causalidades somos el resultado de nuestra propia historia y somos nosotros mismos los que decidimos que matiz darle a nuestras vivencias, si optamos por el fracaso y nos abandonamos renunciando a todo, o lo consideramos como oportunidades que nos permitan desistir de acciones destructivas. La búsqueda de la intencionalidad es para los educadores una serie de oportunidades que pueden propiciar actitudes diferentes en los estudiantes, si se topasen con alguien que les pueda ayudar a encontrar un sentido a sus vidas no sustituyendo o usurpando la función de los padres, sino desde el papel del educador teniendo una convicción clara y precisa de ser mediadores entre el mundo exterior y su propio mundo para que tengan la certeza al tomar sus decisiones de haber valorado las opciones, será entonces cuando la educación adquiera el verdadero valor.

Bibliografía

Revista mexicana de sociología editada por la UNAM p.1303

Revista Iberoamericana de Educación

http://www.rieoei.org/presentar.php

http://www.ugr.es/~recfpro/rev113COL3.pdf

http://www.um.es/ead/red/

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